(From images.easyart.com)Esa vez que San Francesco llamó al Lobo que tanto amenazaba a los pobladores de Gubbio, no pudo ciertamente decirle que dejara de hacer daño y seguir su camino como si nada... San Francesco, para empezar, era capaz de hacer mucho más que eso. Y por poco que le haya dejado a cambio de su apaciguamiento, el Lobo tiene que haber recibido al menos una bendición del Santo. Entonces, ¿Cómo puede haber quedado en tan segundo plano de acuerdo a la historia relatada en "Fioretti de San Francesco"? Ahora se sabe que lo enterraron en un lugar normalmente reservado a los cristianos difuntos, y con la misma consideración; hoy, 24 de Diciembre, bien podría ser el día en que todos recordaran al Salvador, a San Francesco, y a un Lobo que mereció siempre el mismo título.
